viernes, 11 de junio de 2010

Zana Kebab, o la delicuencia juvenil



C/ Alfaro nº 6, In front of Teatro Romea - PC: 30001 Murcia

Queridos engullidores de kebab, hace unos días pude volver a mi amada ciudad de Murcia. Hacia mucho tiempo que no pasaba por allí, y todo me sonó idilico y especial. Mendigos, guiris, viejos, alternativos... Todos estaban tan mugrientos como siempre, pero en bajo mi punto de vista sus rostros sonreian y sus ojos estaban iluminados bajo el sol levantino.

Una amiga me llevó a un kebab nuevo que habian abierto hacia pocos años, cerca del famoso Teatro Romea. El sitio pertenecia a una cadena de kebabs maravillosa, cuyos precios eran más que asequibles. Pedi un dürüm, como de costumbre, y me lo entregaron en un papel muy suave y bonito. Más aun, estaba recubierto de una fina capa de queso fundido encima del pan, y parte del queso fundido se habia derretido por la carne mixta de vacuno y cordero, haciendo que esta se encontrara con una textura muy jugosa. El tamaño del kebab no era muy grande (lo que le baja la nota), pero lo compensaba de sobra con la calidad. Las bebidas si eran caras, pero si vivieramos en un mundo perfecto yo no podria escribir este blog. 





Y el tema del mundo perfecto me lleva a la segunda parte de esta entrada, la delicuencia juvenil. Tan tranquilo estaba yo, terminando de comer el kebab, cuando tres personas se levantaron de su mesa, y hecharon a correr mientras reian a carcajadas. No tendrian más de veinte años, pero ya eran bastante mayorcitos como para saber que estaban haciendo un simpa en toda regla. Aquello me pareció fatal, pero me di cuenta de que aquel local era ideal para irse sin pagar: el camarero tardaba en aparecer con la cuenta, y las puertas estaban abiertas de par en par. 

Si os dais cuenta, vivimos en una sociedad en la que lo que está bien y lo que está mal es algo puramente subjetivo, en la que las leyes gubernamentales nos quieren presentar un modelo moral más apto y claro que seguir, con el único objetivo de que seamos miembros más productivos de la sociedad. Asi pues, es normal que la gente joven vaya cayendo más y más rápido en una espiral de moralidad gris. Pensad sobre ello cuando os comais el próximo kebab.



Puntuación del restaurante: 7/10

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